El ingeniero es de Tijuana. Está en la ciudad por trabajo porque ahorita hay mucho desarrollo por aquí. Le gusta ir a Tijuana de vez en cuando para ir a ver a la raza, a sus perros que se los cuidan y comer rico. Me recomendó un restaurante en Ensenada y un antro en la avenida Revolución. Dice que la parte del centro de la ciudad está muy bien pero ya mas pegado a la linea está muy vulgar. Tiene amigos y familia del otro lado pero su tirada es irse a vivir a Querétaro. Dice que es buen momento para invertir allá porque la ciudad está creciendo mucho. Toma té helado de moras.
Ya llegó el de los scouts. Un señor mayor que siempre viene con dos achichincles. Siempre traen un libro y se la pasan discutiendo entre ellos porque el señor no los pela. Cuando él dice una palabra, los otros dos se callan. Siempre piden americanos.
Ya llegó la señora de los panqués para ponerse como siempre, enfrente de la iglesia. Vende panqué de nata. Antes venía con su esposo pero como él ya se dedica a otras cosas ahora la acompaña su hija. Tiene varios escapularios alrededor del cuerpo y siempre sabe qué se festeja en la iglesia.
Enfrente de ella esté el señor de los esquites. Sin puesto, sólo con un anafre, acomoda su cazuela para empezar a vender. Tiene muchas modalidades un esquite... ¿de a $13 o de a $15?, ¿con mayonesa o sin mayonesa? ¿con limón o sin limón? ¿mucho o poco? ¿con chile o sin chile? ¿del que pica o del que no pica? ¿para llevar o para ir comiendo?
Su foco está conectado a un cable que sale de la iglesia.
Ya llegó al café el mago. Cada semana tiene sesiones con tres o cuatro alumnos. Tratan de buscar y encontrar la luz y la verdad en el interior de las personas. A veces comentan algún libro de Paulo Cohelo y a veces graban sus sesiones. Todos toman capuchinos fríos.
Él tiene unos setenta años y es soltero. Siempre vivió con sus papás hasta que murió su papá el año pasado a los noventa y nueve años. Ha vivido toda su vida en la colonia Roma y hace muchos años trabajaba en un despacho. Le arreglaba problemas legales a dos señoritas muy respetables y de buena familia, las hermanas Avilés. Se queja de que le subieron la cuota de mantenimiento en su edificio porque le cambiaron la fachada a una que ni siquiera le gusta. Siempre tiene prisa porque hay muchas cosas y obligaciones que cumplir. Toma capuchino.
Los intelectuales tienen una librería que se especializa en culturas prehispánicas. Los fines de semana dan clases de Nahuatl. Siempre hablan muy bajito y toman café americano.
Bernt es Sueco. Es vecino del edificio y está casado con una alemana. Ella es la que tiene trabajo aquí en México. Él se dedica a turistear, leer, tocar el piano y jugar golf. Junto con su esposa ha viajado por todo el país conociendo lugares. Está aprendiendo español y a veces compra alguna revista para practicar. Como hay muchas cosas que no entiende, tiene un diccionario a la mano y lo consulta seguido. Toma capuchino y un panqué.
Después de las cinco llega el conjunto que toca la música de la iglesia. Ella es madre de dos, divorciada y tiene tres trabajos para que le alcance. Toca el violín, es parte de una orquesta y da clases en una secundaria. Es muy expresiva y se nota cuando está contenta o enojada por algo. Vive en un departamento propio al que le sigue haciendo arreglos porque se lo entregaron sin piso y sin azulejos y lo que sí tenía como la cocina, se está empezando a caer. Va poco a poco porque en cuestiones de la casa no hay dinero que alcance. Ha probado todos los cafés porque todavía no define cuál es su favorito.
Llegó un profesor de prepa que lee las cartas. Los alumnos lo citan aquí para hacer su sesión de tarot. Él abre las cartas y empieza a hacer preguntas y él mismo las contesta. Los alumnos siempre se quedan con cara de inconformidad y nunca parecen estar de acuerdo con lo que dice. Hay veces que pide disculpas y dice que la carta está de cabeza y por eso se equivocó. El toma capuchino con cajeta.
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